Cómo actuar ante el ciberbullying.

Desgraciadamente, el bullying es una realidad. Por supuesto, esto no significa que sea algo aceptable, de ninguna manera y en ninguna forma en la que se presente. Es importante que, como profesores y padres, seamos conscientes de que se puede paliar. Es mucho lo que podemos hacer para proteger a los niños de su aparición – y para reducir su impacto cuando ocurre.

Cómo actuar ante el ciberbullying.

 

El bullying puede adoptar diversas formas. Puede que haya leído alguna de las trágicas historias que aparecen en las noticias y todos somos conscientes de que el bullying puede ocurrir también en el trabajo, pero cuando la mayoría de la gente piensa en el bullying, el escenario en que les viene instantáneamente a la mente es la escuela.

En todas las escuelas hay abusones. A los responsables de las escuelas y a los padres les gustaría pensar que no, pero es un hecho.  Aunque el bullying no va a desaparecer – aunque realmente nos encantaría que lo hiciera – existen algunas estupendas medidas para ayudarnos a reducir su impacto. Hay ciertos pasos que puede seguir que le ayudarán a detectarlo en sus fases iniciales – a menudo remediando la situación antes de que ésta se le vaya de las manos.

Las políticas escolares respecto al bullying son ya más rigurosas y firmes de lo que lo eran hace un par de décadas. Además, la concienciación sobre el bullying y su problemática e implicaciones nunca ha sido mayor, pero internet y las redes sociales han hecho surgir nuevas formas de bullying. El bullying se ha extendido ahora más allá de los confines del recinto escolar, la clase y el pasillo y ha llegado a internet. Nuestro propósito con este post es ayudarle a estar mejor equipado para atajar el problema.

¿Qué es el ciberbullying?

El ciberbullying es en esencia cualquier forma de bullying que tenga lugar online (en lugar de cara a cara) a través de cualquier dispositivo habilitado con acceso a internet. La magnitud del problema se debe en parte al gran número de redes sociales y aplicaciones que pueden ahora utilizarse como plataforma para el bullying: Facebook, Instagram, Snapchat y WhatsApp son algunas de las principales.

Estas plataformas juegan un papel crucial en la forma en que los niños se comunican entre sí. Hay muchos aspectos de estos canales que resultan muy positivos para el desarrollo de los niños, pero por desgracia, cualquier red social o aplicación con la función de mensajería o chat puede ser potencialmente utilizada por los abusones para atacar a sus víctimas.

Los distintos tipos de ciberbullying también pueden adoptar muchas formas – desde el envío de comentarios insultantes o humillantes a la difusión de rumores falsos o cotilleos acerca de una persona. Flaming es cuando una persona utiliza deliberadamente un lenguaje ofensivo para provocar una reacción y originar peleas online. A veces las víctimas de bullying son engañadas para que revelen información personal que después se reenvía a otros. A menudo se trata de imágenes privadas y vídeos de contenido sexual.

Hacerse pasar por alguien – ya sea hackeando una cuenta o creando un perfil falso – y subiendo material malintencionado es un problema habitual. Otra importante cuestión no se refiere a lo que se dice o se sube online, sino a la exclusión de una persona de un grupo de chat o en las redes.

¿Cuáles son las implicaciones del ciberbullying?

Una amenaza es una amenaza, ya sea formulada en persona u online. El sentimiento de soledad y exclusión es el mismo cuando a un niño no se le permite sentarse a la mesa con un grupo o se le impide entrar en un grupo de chat o aplicación de mensajería. Un rumor malintencionado duele, ya sea difundido en la cafetería de la escuela o entre amigos en las redes sociales.

En muchos aspectos, las implicaciones del ciberbullying son idénticas a las del bullying ‘convencional’. Sin embargo, el problema más preocupante del ciberbullying es su escala.

La gran desventaja de las redes sociales y las aplicaciones de mensajería respecto al bullying es que los posts pueden ser vistos por mucha gente en un muy corto lapso de tiempo. Los posts pueden viralizarse y ser potencialmente compartidos por cientos de personas en cuestión de minutos. De esta forma el bullying se amplifica enormemente.

El bullying ha tenido siempre la preocupante tendencia a difundirse e intensificarse en grupos, pero esto es insignificante cuando se compara con el alcance que puede tener a través del ciberbullying. Aunque muchos adultos son bastante selectivos a la hora de elegir con quien interactúan online – a menudo limitándose a amigos, familia y compañeros de trabajo – muchos jóvenes ‘se hacen amigos’ de virtualmente cualquiera. Es frecuente que un adolescente tenga cientos de amigos en Facebook, por ejemplo.

Potencialmente, la comunidad escolar al completo podrá ver un post o un thread en el que se le esté haciendo bullying a una persona.

Por tanto, la pregunta es: ¿Qué se puede hacer como profesor o como padre para evitar el ciberbullying?

Política escolar sobre el bullying

Obviamente, las escuelas necesitan seguir una política de actuación sobre el bullying, que debe ponerse en práctica y que debe contemplar también el ciberbullying. De otro modo no tiene ningún sentido y no vale el papel en el que está escrita. Una política escolar debe ser una declaración de intenciones y debe ser firmemente compartida con los padres. Al igual que en el caso de muchos aspectos de la educación, los mejores resultados se alcanzan cuando escuelas y padres colaboran juntos y ciertamente este es el caso con el ciberbullying.

Sensibilización

La sensibilización sobre el tema es crucial – para todos los implicados. Los padres y profesores pueden no ser expertos en algunas de las aplicaciones que usan los estudiantes – pero necesitan serlo. Al menos, necesitan tener conocimientos sobre las funciones principales de la plataforma y idea acerca de su configuración de seguridad, de modo que puedan aconsejar a los jóvenes sobre un uso seguro y sensato.

Pocos niños son conscientes de la enormidad de internet, entienden lo que es la huella digital o saben realmente lo que implica que una vez que se sube una imagen o un mensaje estará ‘ahí fuera’ para siempre.

Los profesores y padres necesitan asegurarse de que los niños sean totalmente conscientes de los peligros e implicaciones del ciberbullying y de las consecuencias a largo alcance de internet.

Enseñe lo imprescindible sobre la seguridad en internet

Lo imprescindible sobre la seguridad en internet – configuración, contraseñas y no proporcionar información personal – es relativamente ‘pan comido’ e implica conceptos fácilmente comprensibles. Pero lo que resulta más difícil es inculcar el buen consejo de que nunca se debería subir nada que no se esté dispuesto a compartir literalmente con todo el mundo.

Muchos jóvenes dependen en gran medida de la aprobación de sus iguales y grupos de amigos, y el deseo de encajar puede llevar al corazón a aventajar a la cabeza a la hora de tomar las riendas. Además, internet puede hacer que la gente se sienta anónima cuando, por supuesto, es todo lo contrario.

También es fácil que se dejen llevar sin realmente pensar en las posibles consecuencias a largo plazo.

Identificar las señales de alarma

En primer lugar, es importante mostrar interés y saber lo que los niños están haciendo online. De este modo se podrán identificar antes las posibles señales de alarma. También es importante buscar cambios en el comportamiento o humor de su hijo/a. La detección temprana del bullying normalmente puede evitar su aumento.

Las señales de alarma típicas son si nota que su hijo/a se ha vuelto retraído o ya no va más con su grupo habitual de amigos. De hecho, cualquier tipo de cambio puede ser un indicador de que algo va mal.

Normalmente los niños no se abrirán en un primer momento. Vigilar de cerca su evolución suele ser la mejor política al principio. Por supuesto, cuanto más cálida y abierta sea la relación profesor/alumno o padres/hijo/a, más posibilidades habrá de que finalmente el niño/a se abra y hable.

Canales de comunicación

Establecer canales efectivos de comunicación, incluyendo la información anónima de casos o expresar preocupación es la mejor manera de detectar el bullying.

Se debería animar a los niños a acudir a sus profesores cuando vean o sospechen que hay bullying hacia un compañero de clase. Los niños necesitan sentirse totalmente cómodos al hacerlo y sentir que serán escuchados, tomados en serio y que sus preocupaciones serán abordadas con sensibilidad.

El ciberbullying no puede ser simplemente ignorado. La mayoría de los niños nunca se convertirán en víctimas, pero muchos serán testigos de cómo otros sí. Los jóvenes necesitan ser totalmente conscientes de los peligros del ciberbullying y el terrible daño que puede ocasionar en la vida de las personas.

Puede encontrar más consejos en el sitio de la Alianza Anti-Bullying. Es un recurso fantástico lleno de estupendos consejos para padres, profesores y niños.