Aprender jugando: 5 Factores que aceleran el aprendizaje

Seguramente has escuchado que los juegos aceleran el aprendizaje y mejoran la capacidad de retención, ¿verdad? Si eres una persona crítica, tal vez no des crédito así de fácil, y tal vez quieras saber específicamente por qué es que se afirma tal cosa.
Si alguna vez has aprendido jugando, te has sorprendido ante lo rápido que alguien aprendió algo mediante juegos, sabrás que esto es verdad, pero por si aún no tienes claro por qué es que sucede así, aquí tienes algunos factores que hacen que los juegos sean la manera perfecta para aprender.

Diversión

¿Por qué es que cuando algo te interesa, aprendes todos los datos, fechas, métodos, y demás información sin ningún esfuerzo, y lo recuerdas todo incluso varias semanas, meses o incluso años de haberlo aprendido? Y ¿Por qué hay algunas cosas que simplemente olvidas después de 15 minutos de haberlas escuchado? La respuesta está en que, aunque tu cerebro es una computadora poderosa, debe ahorrar recursos y para eso filtra las cosas que le son importantes de las que no, para así poder dedicarle atención a aquellas que la requieren. De esta manera, aquellas cosas que a ti te parecen aburridas, el cerebro las descarta al poco tiempo.

La diversión de un juego hará que tu cerebro considere la actividad como “importante” y entonces le dedicará más atención, que es el principal factor para el aprendizaje.

Retroalimentación inmediata.

Tu cerebro requiere de retroalimentación para poder catalogar una acción como correcta o incorrecta. Si has practicado algún deporte, sabes de lo que hablo: la primera patada al balón saldrá muy corta o en la dirección incorrecta. La segunda será demasiado alta y al otro lado. Poco a poco, en base de probar y probar lograste determinar la fuerza y la dirección exactas con las que patear para así anotar. Justo eso necesita el cerebro: equivocarse para saber en qué dirección corregir. Si el cerebro no tiene la retroalimentación inmediata, entonces no podrá recalibrar sus esfuerzos, y no habrá aprendizaje.

La misma estructura intrínseca del juego tiene incluida la retroalimentación inmediata: hay acciones que acercan a la victoria, y otras que lo alejan, de forma que el jugador tiene que aprender las acciones que lo hacen ganar y evitar las que lo hacen perder.

Práctica consciente

Como tú sabes, la práctica hace al maestro, pero no cualquier tipo de práctica. Es la práctica consciente, en la que se ejecuta la acción y se corrige aquello que no es satisfactorio y se repite lo que sí lo es, la que hace al verdadero maestro.

Los juegos hacen que el jugador tenga que repetir y repetir, equivocarse y corregir, una y otra vez sus acciones para poder ganar, y lo hace de manera que para el jugador no sea aburrido, sino que sea un reto que disfrutan enfrentar.

Recompensas

Parte importante del proceso de aprendizaje es la validación de los esfuerzos y de las acciones correctas en forma de recompensas. Cuando tú haces algo, y obtienes reconocimiento por ello, te sientes bien, e intentarás repetir aquello que lo haya provocado.
Los juegos presentan recompensas todo el tiempo, de manera que al jugar, usted estará reforzando las acciones correctas, y además estará motivado para seguir jugando, y por lo tanto, aprendiendo.

Inmersión

Otro factor importantísimo para el aprendizaje es el ambiente en el que se desarrolla. En el ambiente incorrecto es imposible, pero en el correcto, se da de forma natural y acelerada.
El mejor ambiente para aprender es aquel en el que se necesita utilizar la habilidad o conocimiento con la mayor frecuencia posible, y sobre todo, en el que tiene un sentido de propósito. Por eso es que las personas aprenden mejor cualquier idioma viviendo en un país donde se hable.
Los juegos crean justo el ambiente perfecto para el aprendizaje: requieren que se utilice la habilidad con tanta frecuencia es posible, y además se le da un sentido de propósito al uso de la misma: Ganar.

Conclusión

Los juegos son, sin lugar a discusión, el mejor vehículo para el aprendizaje: por propiciar el ambiente donde se necesita usar el aprendizaje, por retroalimentar constantemente las acciones del jugador, por mostrar indicadores de progreso, por mantener la motivación del jugador por su diversión, ¡e incluso volverse una adicción! Una vez que aprendes jugando, te das cuenta de que no hay mejor manera de aprender, ni mejor manera de afianzar los conocimientos y habilidades.
Si tenías razones para dudar de la capacidad de los juegos de acelerar y mejorar tu capacidad de aprendizaje, quedarán disipadas después de leer este artículo. Incluso si te consideras un “perro viejo que no aprende trucos nuevos”, te aseguro que después de probar el aprendizaje con juegos, además de haber pasado un buen rato, habrás aprendido una nueva habilidad.

Fuentes: